En nuestro tercer día de estancia en la Ciudad de México planeamos recorrer dos lugares que nos quedaban largo desde donde nos estábamos hospedando: Xochimilco y el Museo de Frida Kahlo y Diego Rivera.
Nos alistamos temprano para ir a Xochimilco ya que el recorrido en el metro es largo, aproximadamente una hora en este transporte público. Viajar en metro es lo más recomendable.
Si está cerca del Zócalo, tiene que tomar la línea azul con dirección en la Taxqueña y bajarse en la última estación.
Luego de bajarse en la Taxqueña tiene que tomar un tren ligero y bajarse en la Estación Xochimilco, en todos los lugares para abordar, tanto el metro como el tren, hay mucha gente, por lo que los pueden empujar bastante; en el caso de abordar el tren ligero es aún más la gente que había, nuestra recomendación es siempre colocarse al inicio de la fila para evitar golpes.
Caminamos desde la estación hasta el Embarcadero de Belem, son unos 15 minutos caminando.
Ahí hay muchos trajineros, como se les llaman a los que manejan las trajineras de Xochimilco. Siempre negocien con la persona a la que desean contratar y lean sobre las diferentes opciones.
Nosotros pagamos unos $600 pesos mexicanos, que serían unos $30 por un recorrido de una hora y parar para almorzar en un restaurante dentro del lago (el almuerzo no se incluye en esa tarifa).
Leyendo en otros blogs y conversando con amigos, me dijeron que el precio se puede bajar aún más si se camina hacia el Embarcadero de Nativitas y pagar el transporte que es colectivo.
Nosotros preferimos ir solos para disfrutar de nuestro tiempo más relajados hablando con el trajinero, escuchando mariachi y comiendo algunos antojos. Ojo, a los mariachis hay que pagarles unos pesitos por canción.
Cabe acotar que fuimos un jueves, día que no había mucho tráfico, los fines de semana y vacaciones se llena aún más.
Almorzamos en la misma trajinera comidas típicas de México, por lo que el viaje lo disfrutamos bastante ya que salimos de Xochimilco como a la 1:00 pm.
Todo el recorrido es largo, recomendamos salir con buen tiempo hacia este lugar emblemático de Ciudad de México, recordado por muchos por las novelas y programas mexicanos.
Al salir de Xochimilco, nos devolvimos siempre por el tren ligero, tomamos la línea azul del metro con dirección a cuatro caminos y nos bajamos en la estación Ermita, ahí caminamos bastante hasta llegar al museo de Frida.
Ojo, es como entre 1 y 2 kilómetros a pie (leyendo vi que se puede tomar un autobús en la terminal de buses del Norte y se bajan en la parada Churubusco). Para “evitar la fatiga” paramos a tomarnos un fresco natural y unas frutas que compramos en una especie de soda.
El Museo de Frida Kahlo, o la Casa Azul como también se le conoce, está ubicado en Coyoacán, uno de los barrios más lindos y antiguos de la Ciudad de México, tiene un precio de unos $12 a $15 (bastante elevado en comparación a otros museos), además tiene que pagar la audio guía aparte y también pagar la toma de fotografías dentro del museo.
En esta casona se encuentran algunas de las obras importantes de la artista: Viva la Vida (1954), Frida y la cesárea (1931), Retrato de mi padre Wilhem Kahlo (1952), entre otras.
El recorrido depende de la forma en que lo hagan dura alrededor de una hora, si es con visita guiada unas dos horas, dentro del museo también hay exhibiciones temporales de la artista mexicana.
Cuando salimos nos regresamos siempre caminando hacia la estación de la Ermita para tomar el metro, el recorrido dura bastante, como ya lo mencioné.
Al regresar, vimos algo curioso, como fue en “hora pico”, en este tiempo los oficiales de la policía y del metro dividen a las mujeres de los hombres, según nos explicaron para evitar algún abuso o acoso sexual, igualmente también está la opción de que la mujer se quede con su pareja o compañero que viaje con ella durante el trayecto.