Uno de los destinos que no le puede faltar a los viajeros que visiten Italia es la ciudad de Florencia, cuna del Renacimiento.
Sus edificaciones, museos, arte, iglesias, calles…. En fin, todo en la capital de la Toscana huele a Renacimiento, basta poner un pie ahí para sentir que se viajó en el tiempo hasta esa recordada época de la historia.
Desgraciadamente, como suele pasar muchas veces, hay que luchar contra el poco tiempo que se le puede dedicar a cada ciudad en nuestros viajes. En mi caso, cuando visité Italia mi itinerario me permitió dedicarle únicamente un día a un lugar en el que se podría estar semanas.
Por eso hoy les traigo un itinerario para una visita de un día en Florencia.
Hay que madrugar
Tomemos como punto de partida la ciudad de Roma, lo más fácil para desplazarse desde ahí hasta la cuna del Renacimiento es en tren, los cuales salen de la estación Termini. Para comprar los boletos puede entrar a la página www.trenitalia.com.

Santa María Novella
En mi caso, yo compré el boleto saliendo de Termini a las 7:20 a.m., llegando a Florencia a las 8:51 a.m., lo que me permitió aprovechar todo el día. Entre más temprano se llegue más provecho le sacaremos a la visita.
Ojo, a la hora de comprar los boletos fíjese que la estación a la que llega sea Santa María Novella, ya que está es la que queda mejor ubicada, a pocos metros del centro de la ciudad.
Florencia desde una cúpula
Al llegar a Florencia lo primero que hice fue buscar mi hotel, que estaba muy bien ubicado, para dejar mi maleta y así caminar con más libertad.

Catedral de Santa María del Fiore
Para tenerlo claro, el centro de esta ciudad es la llamada Plaza del Duomo, en la que se encuentra la catedral de Santa María del Fiore. En ese sitio empecé mi visita porque la catedral de Florencia con su enorme cúpula, el alto campanario y su impresionante bautisterio es todo un símbolo de la ciudad.
La entrada a este lugar cuesta 15€ e incluye el ingreso a la catedral, cúpula, baptisterio, cripta, campanario y el museo de la Ópera del Duomo.
La construcción de esta catedral finalizó en 1368 y fue obra del arquitecto Arnolfo di Cambio. Tiene 160 metros de longitud y 43 de anchura.
Una vez que se ha visitado esta iglesia viene la mejor parte, subir a la cúpula. Claro no es nada fácil ya que se tiene que subir un total de 463 escalones para llegar a la cumbre, incluso el último tramo de la subida se hace casi que de manera vertical.
El llegar a la cumbre de la cúpula, que mide 114 metros de altura, no solo permite estar en una asombrosa creación de la ingeniería antigua sino que le ofrece al visitante una de las vistas panorámicas más bonitas de Florencia. ¡A la cúpula hay que subir!
Después se puede subir al campanario, son otros cientos de escalones, para así poder observar la cúpula frente a frente. Al bajar terminé mi visita en el baptisterio, que queda justo al frente de la basílica. Yo no fui al museo porque en ese momento lo estaban remodelando.
Al finalizar la visita por la catedral es un buen momento para almorzar.

La cúpula vista desde el campanario
Visitando a David
Ya con el estómago lleno, nos ponemos en camino hasta la Galería de la Academia, que queda a pocos metros de la plaza del Duomo, con un mapa no se pierden.
En mi opinión, este es un sitio al que no se puede dejar de ir ya que ahí se encuentra una de las esculturas más famosas del mundo, el David de Miguel Ángel. Les puedo asegurar que ver esta enorme figura es bastante impresionante, las fotos o vídeos no reflejan su majestuosidad.
Esta escultura, de 5,17 metros de altura, representa a David antes de su enfrentamiento con Goliat. Fue confeccionada entre 1501 y 1504 por el gran Miguel Ángel en los talleres de la Ópera del Duomo.
La entrada al lugar cuesta €8. Abren de martes a domingo de 8:15 de la mañana a 6:50 p.m.
¡Que no los engañen! En la plaza de la Señoría, también en Florencia, hay un David pero esta escultura es una réplica que se colocó en ese sitio ya que la original estuvo ahí hasta 1873. Muchos dirán que ese es el David original así que no les crean.
El final es un puente
Aún me quedaba mucho tiempo por lo que caminé hasta la iglesia de la Santa Croce, en la que están las tumbas de famosas personalidades como Miguel Ángel, Galileo Galilei o Maquiavelo.
Si le interesa visitar este lugar puede obtener más información entrando a este enlace: Una visita a la tumba de Miguel Ángel.
Para cerrar el día me dirigí al famoso Ponte Vechhio, uno de los lugares más significativos de esta hermosa ciudad.

El que se ve al fondo es el Ponte Vecchio
Su construcción se remonta al año de 1345 por lo que lo convierte en el puente de piedra más viejo de Europa. Las edificaciones que están construidas sobre este puente eran ocupadas por carniceros pero luego fueron ocupados por joyeros y orfebres, quienes se mantienen hasta la fecha.
Este es un bonito lugar para relajarse y ojalá disfrutar del atardecer. Lo bueno es que es de esas atracciones que se disfrutan sin tener que pagar entrada.

A los lados hay muchas joyerías
Mucho más
Cuando se camina a cada uno de los lugares del itinerario podemos aprovechar para ingresar a algunas de las iglesias que están en el camino, como la de Santa María Novella que está cerca de la estación. También podemos dedicar unos minutos a estar en la plaza de la Señoría, pero siempre quedarán cosas por fuera. En mi caso, no visité la galería Uffizi, el palacio Vecchio o la plaza Michelangelo (desde donde se ve una vista hermosa de Florencia) pero es imposible abarcarlo todo en un día.

Iglesia de Santa María Novella
Que la suerte lo lleve de nuevo a Florencia
Una visita a Florencia no puede acabar sin conocer al famoso Porcellino, un jabalí de bronce que es una fuente y se ubica a un lado de la Logia del Mercado Nuevo, cerca del Ponte Vecchio.
Según la tradición popular, los visitantes deben introducir una moneda en la boca del jabalí para que les traiga buena suerte y les asegure regresar a Florencia.

Tire su monedita para que la suerte lo haga volver
Y realmente uno necesita volver a Florencia. Yo seguí está tradición y espero que sea cierto para así regresar a una ciudad que vale la pena visitar mil veces.
¡Espero que este itinerario les sea de mucha utilidad en su viaje a Firenze!