La aerolínea Singapore Airlines realizará de nuevo el vuelo más largo del mundo, el cual recorrerá 16.700 kilómetros sin escalas entre Singapur y Nueva York.

La aerolínea usará para esta ruta los recientemente adquiridos Airbus A350-900 ULR de largo recorrido.

El vuelo SQ22 partió este jueves 11 de octubre del aeropuerto Changi y tiene previsto llegar 18 horas y 45 minutos más tarde al aeropuerto de Newark en la Gran Manzana.

El avión transportará 161 pasajeros, 67 en la clase “business” y 94 en “Premium economy”.

El gran desafío de la aerolínea es entretener a los pasajeros por casi 19 horas en los aires.

Aquellos que no hayan llevado un par de libros para leer podrán recurrir a una selección de películas y programas de televisión con una duración acumulada de 1.200 horas, el equivalente a siete semanas.

El menú a bordo contará con platos seleccionados para sentirse a gusto en el aire, aseguró la compañía.

Así luce la cabina pensando en evitar el «jet lag»

Para mejorar la experiencia de vuelo y reducir el estrés propio de pasar cerca de un día entero en el cielo, este avión tiene un techo de la cabina más elevado que los demás, ventanillas más amplias y una iluminación LED especial que juega con los colores para reducir el «jetlag» y los efectos del cambio horario que implica un viaje intercontinental.

El de este jueves es el vuelo inaugural ya que el servicio regular iniciará hasta el 18 de octubre.

Al inicio de esta nota dijimos que Singapore ofrecerá este trayecto “de nuevo” porque desde 2004 empezó a cubrir la ruta Singapur-Nueva York con aviones Airbus A340-500s, pero los abandonó en 2013 debido al alto costo de los combustibles.

Se prevé que el avión de Singapore Airlines, con 13 tripulantes, vuele por la ruta norte del Pacífico atravesando Alaska (EEUU) y Canadá antes de llegar a Nueva York.

Hasta ahora el vuelo más largo del mundo era el de la aerolínea Qatar Airways, que conecta la ciudad de Doha con Auckland en Nueva Zelanda, una distancia de 14.200 kilómetros que cubre en 17 horas y 15 minutos.